Para poder identificar a nuestros trabajadores podemos utilizar diversos medios identificativos que pueden hacer referencia tanto a sus rasgos físicos como a sus rasgos conductuales.

La huella dactilar es el dato biométrico más conocido y utilizado debido a su bajo coste y su alta precisión.

Podemos encontrar diferentes datos biométricos, en relación con el rostro de un trabajador podemos encontrar tres tipos de reconocimiento, el reconocimiento facial, el reconocimiento del iris y el reconocimiento de la retina.

En lo a la geometría de la mano se refiere, se realiza la identificación a través de una imagen 3D, aunque podríamos utilizar un reconocimiento realizando un reconocimiento vascular.

Existen otros reconocimientos que ayudan a identificar a cada trabajador por características muy personales, como, por ejemplo, un reconocimiento de escritura, en el que podemos incluir el reconocimiento de la firma, o el reconocimiento de voz.

Otros reconocimientos menos comunes podrían ser: el reconocimiento de escritura por teclado, el reconocimiento de la forma de andar, el estudio de la palma de la mano, el ADN, la forma de las orejas, etc.